CAMARÓN QUE SE DUERME...
Los mariscos (Seafood, frutti di mare, fruits de mer) considerados como una exquisitez en el mundo gastronómico, forman parte de la dieta de millones de personas alrededor del mundo. Son apreciados no solo por su sabor exótico y suculento sino además, por ser nutritivos, fáciles de cocinar y relativamente económicos. Alrededor de ellos se tejen fábulas y leyendas que nutren la imaginación de los más aventureros y devuelven la confianza a los enamorados que por alguna razón han perdido sus destrezas amatorias y piensan que "atragantándose" de ellos pueden volver a convertirse en campeones de alcoba. Pero lo que hoy realmente nos ocupa es contarles las maravillas que podemos hacer en la cocina con estos increíbles aliados que se prestan para un sin número de preparaciones en las que bastan muy pocos ingredientes para potenciar ese sabor inigualable que tanto gusta. En Panamá podemos sentirnos privilegiados por la variedad enorme a la que tenemos acceso, gracias a que fuimos bendecidos con kilómetros de costas en ambos océanos (Atlántico y Pacífico). Pero debo destacar que los mariscos no solo son sabrosos y fáciles de cocinar, sino que nutricionalmente proporcionan buenas dosis de proteínas, vitaminas y minerales, grasas buenas y pocas calorías, elementos que nos ayudarán a llevar una vida saludable. De ser posible deben consumirse frescos (aquí en Panamá no hay excusa para no hacerlo) y si son congelados, deben venir de un proveedor confiable, pues se contaminan fácilmente. Como las variedades son extensas, una clasificación sencilla es dividirlos en tres grupos:
Crustáceos: aquellos que tienen “cáscara” y por lo general, al cocinarlos toman un hermoso color naranja como los camarones, langostinos, cangrejos y langostas.
Moluscos: Los que tienen concha (valva), como las ostras, almejas y mejillones (bivalvos) y los caracoles (univalvos).
Cefalópodos: del griego céfalo (cabeza) y podos (pies), literalmente “pies en la cabeza”, aquellos con tentáculos como el calamar, la sepia y el pulpo.
Como dato curioso, existen personas alérgicas a los mariscos, producida por una respuesta anormal del sistema inmunológico a algunas proteínas presentes en ellos. Obviamente estas personas deben evitar su consumo y en caso de alguna emergencia, pues la reacción puede ocurrir inclusive con el solo contacto, deben acudir inmediatamente a un centro de salud para recibir atención médica inmediata.
Para concluir por hoy, les ofrezco como es costumbre tres recetas con mariscos para que las preparen y disfruten.
Los mariscos (Seafood, frutti di mare, fruits de mer) considerados como una exquisitez en el mundo gastronómico, forman parte de la dieta de millones de personas alrededor del mundo. Son apreciados no solo por su sabor exótico y suculento sino además, por ser nutritivos, fáciles de cocinar y relativamente económicos. Alrededor de ellos se tejen fábulas y leyendas que nutren la imaginación de los más aventureros y devuelven la confianza a los enamorados que por alguna razón han perdido sus destrezas amatorias y piensan que "atragantándose" de ellos pueden volver a convertirse en campeones de alcoba. Pero lo que hoy realmente nos ocupa es contarles las maravillas que podemos hacer en la cocina con estos increíbles aliados que se prestan para un sin número de preparaciones en las que bastan muy pocos ingredientes para potenciar ese sabor inigualable que tanto gusta. En Panamá podemos sentirnos privilegiados por la variedad enorme a la que tenemos acceso, gracias a que fuimos bendecidos con kilómetros de costas en ambos océanos (Atlántico y Pacífico). Pero debo destacar que los mariscos no solo son sabrosos y fáciles de cocinar, sino que nutricionalmente proporcionan buenas dosis de proteínas, vitaminas y minerales, grasas buenas y pocas calorías, elementos que nos ayudarán a llevar una vida saludable. De ser posible deben consumirse frescos (aquí en Panamá no hay excusa para no hacerlo) y si son congelados, deben venir de un proveedor confiable, pues se contaminan fácilmente. Como las variedades son extensas, una clasificación sencilla es dividirlos en tres grupos:
Crustáceos: aquellos que tienen “cáscara” y por lo general, al cocinarlos toman un hermoso color naranja como los camarones, langostinos, cangrejos y langostas.
Moluscos: Los que tienen concha (valva), como las ostras, almejas y mejillones (bivalvos) y los caracoles (univalvos).
Cefalópodos: del griego céfalo (cabeza) y podos (pies), literalmente “pies en la cabeza”, aquellos con tentáculos como el calamar, la sepia y el pulpo.
Como dato curioso, existen personas alérgicas a los mariscos, producida por una respuesta anormal del sistema inmunológico a algunas proteínas presentes en ellos. Obviamente estas personas deben evitar su consumo y en caso de alguna emergencia, pues la reacción puede ocurrir inclusive con el solo contacto, deben acudir inmediatamente a un centro de salud para recibir atención médica inmediata.
Para concluir por hoy, les ofrezco como es costumbre tres recetas con mariscos para que las preparen y disfruten.
Imagen: saborgourmet.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario