sábado, 3 de diciembre de 2011

MI LIMÓN, MI LIMONERO...




MI LIMÓN,  MI LIMONERO…
Muchos no sabrán que por allá por los años sesenta,  hubo un cantante venezolano de nombre anglosajón (Henry Stephen) que nos puso, a los que en ese entonces éramos adolescentes a bailar como locos con una pegajosa canción que decía: “Mi limón, mi limonero, entero me gusta más, un inglés dijo yeyé, un francés dijo oh lalá”… si, ya sé que estarán pensando que tiene que ver la gimnasia con la magnesia…por la profundidad de la letra, pero bueno si las comparamos con algunas ¿canciones? que se escuchan hoy, solo les diré que… ¡estamos a mano!  Pero hablando en serio, no hace falta mucho adorno para referirse a nuestro distinguido invitado de hoy, la fruta de las frutas, EL LIMÓN (citrus x limon), un verdadero regalo de la naturaleza que se presta para infinidad de usos, pero además, resulta imprescindible en la cocina.  Creo que ninguna fruta ofrece un repertorio tan grande, desde una simple y refrescante limonada, pasando por postres deliciosos y suculentas preparaciones gourmet.  Variedades hay muchas y todas son buenas, pero hay que aclarar que una de las características más notorias es su hermoso color amarillo, por lo que a veces se suele confundir con su prima la lima (citrus x aurantifolia) que es de un color verde brillante y que para ser justos es tan buena como el limón.  Del limón se aprovecha tanto el jugo, que es buenísimo como sustituto del vinagre en una vinagreta de lujo, como la cáscara rallada para aromatizar postres, o en una deliciosa gremolata, el acompañante insigne del  delicioso Osso buco italiano.  Se sabe de sobra su importante contenido de vitamina C y que en la antigüedad se utilizaba para prevenir el escorbuto, una terrible enfermedad que afectaba especialmente a los marineros (por no ingerir alimentos frescos por períodos largos de tiempo) y que afortunadamente ya casi no existe; pero también se usa para combatir resfriados, para abrir el apetito, mejorar la digestión, como adelgazante natural, contra la anemia, para prevenir la descalcificación ósea, como depurativo y hasta para prevenir el cáncer por sus propiedades antioxidantes.   Lo mejor del limón es que es accesible, se conserva muy bien por mucho tiempo y es súper económico.
¡Ay ay, ay, limones para chupar!... decía el coro de la famosa canción y eso que estoy seguro que no sabían la mitad de lo que ya ustedes saben de esta maravillosa fruta.  Les ofrezco, como siempre tres recetas de las miles que pueden encontrar de nuestro nuevo mejor amigo.
Por si alguien siente curiosidad por escuchar la canción, cliqueen sobre el siguiente link, y disfruten.

Imagen tomada de http://recetasdelujo.com

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